Mandalas: Más que bonitos círculos
Paola SeguelCompartir
¿Quién no se ha quedado fascinado alguna vez al contemplar esas figuras circulares llenas de patrones complejos y colores vibrantes? Hablamos de los mandalas , una técnica artística que es mucho más que un simple dibujo.
La palabra "mandala" proviene del sánscrito y significa "círculo sagrado". Pero tranquilo, no necesitas ser un experto en misticismo para disfrutarlos. En definitiva, es un arte intuitivo y terapéutico que cualquiera puede practicar.
Un viaje de adentro hacia afuera
Crear un mandala es un proceso increíblemente personal. Empiezas con un punto en el centro y, a partir de ahí, construyes el universo de tu diseño hacia afuera. No hay reglas fijas; la idea es dejar fluir tu mano y dejar que tu creatividad hable. ¿Buscas calma? Quizás te inclines por patrones simétricos y colores fríos. ¿Necesitas un impulso de energía? Quizás la libertad te lleve a usar formas irregulares y tonos vivos.
El beneficio no solo está en el resultado final, sino en el camino que recorre. Es un momento para desconectar del ruido exterior y conectar contigo mismo. Dedicar unos minutos al día a dibujar un mandala puede ser tu pequeña meditación, un descanso mental que te ayude a organizar tus ideas y encontrar la tranquilidad.
¿Te atreves a crear tu propio mandala?
No necesitas ser un artista profesional, solo quieres explorar tu creatividad. Toma un lápiz, una hoja de papel y empieza a dibujar. Verás que cada línea y cada patrón te lleva a un estado de calma y concentración.
Dejar el miedo a un lado y simplemente empezar es el primer paso. ¿Te imaginas transformar un simple círculo en una pieza que refleje tu propio mundo interior? La magia de los mandalas reside precisamente en eso: crear algo hermoso y único con tus propias manos.
¡Te invitamos a probarlo! Explora tu creatividad interior y descubre lo que puedes lograr.